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Reduzca su consumo de energía con una ventilación inteligente.

Ante el constante aumento de los precios de la energía y la creciente preocupación por el medio ambiente, optimizar el consumo energético de nuestros hogares se ha convertido en una prioridad absoluta. Entre las soluciones innovadoras que están surgiendo, la ventilación inteligente es una forma especialmente eficaz de ahorrar dinero, capaz de reducir sus gastos energéticos en calefacción y aire acondicionado hasta en un 40%. En este artículo, analizamos en profundidad cómo esta tecnología puede transformar su día a día, al tiempo que protege su presupuesto y el planeta.
Contenido
- ¿Qué es la ventilación inteligente?
- La relación entre la ventilación y el consumo de energía
- ¿Cómo funciona un sistema de ventilación inteligente?
- Sensores inteligentes
- La unidad de control central
- Conectividad y control remoto
- Recuperación de calor
- Ahorro energético concreto
- Ventilación inteligente y calidad del aire interior
- Los diferentes tipos de sistema disponibles
- Ventilación inteligente de doble flujo
- CMV de flujo único sensible a la humedad conectada
- Extractores inteligentes descentralizados
- Sistemas híbridos con refrigeración libre
- Instalación e integración en su hogar
- El estudio preliminar
- Posicionamiento del equipo
- Integración estética
- Puesta en servicio y configuración
- Mantenimiento y durabilidad
- Mantenimiento regular
- Mantenimiento preventivo
- Durabilidad y escalabilidad
- Ayuda financiera y rendimiento de la inversión
- MaPrimeRénov
- Certificados de ahorro energético (CEE)
- IVA reducido y eco-PTZ
- Calcular el rendimiento de la inversión
- Conclusión
¿Qué es la ventilación inteligente?
La ventilación inteligente representa un gran avance con respecto a los sistemas de ventilación tradicionales. A diferencia de los sistemas convencionales de ventilación mecánica controlada (VMC), que funcionan con un caudal constante, un sistema de ventilación inteligente adapta automáticamente su funcionamiento a las necesidades reales de su hogar.Estos sistemas incorporan sensores avanzados que miden la calidad del aire interior en tiempo real, incluidos los niveles de CO2, la humedad, los compuestos orgánicos volátiles (COV) y, en ocasiones, incluso las partículas finas. A partir de estos datos, el sistema ajusta continuamente la tasa de ventilación para mantener un aire sano y minimizar al mismo tiempo las pérdidas de energía.La diferencia fundamental radica en esta capacidad de adaptación. Mientras que un CMV tradicional expulsa aire caliente o frío de forma continua, incluso cuando no hay nadie en casa, un sistema inteligente reduce automáticamente su salida cuando usted no está o por la noche, evitando un considerable derroche de energía.La relación entre la ventilación y el consumo de energía
Para comprender el impacto energético de la ventilación, primero tiene que entender un principio sencillo: cada metro cúbico de aire que expulsa de su casa se lleva consigo las calorías que gastó en calentarla en invierno, o el aire fresco que produjo para enfriarla en verano.En una casa tradicional equipada con CMV de flujo único, las pérdidas por ventilación suponen entre el 20% y el 30% de la pérdida total de calor. Esto significa que alrededor de una cuarta parte de su factura de calefacción sale literalmente por los extractores. En una casa bien aislada, esta proporción puede llegar al 40%, ya que la ventilación se convierte en la principal fuente de pérdida de calor.La situación empeora cuando el sistema de ventilación funciona todo el tiempo al máximo caudal, sin tener en cuenta las necesidades reales. Este es el caso típico de muchos hogares en los que los ocupantes ajustan manualmente el VMC a la velocidad máxima y se olvidan de él en esta posición. El resultado: un aire ciertamente bien renovado, pero a costa de un consumo excesivo de energía.¿Cómo funciona un sistema de ventilación inteligente?
Un sistema de ventilación inteligente se construye en torno a una serie de componentes tecnológicos que trabajan en sinergia para optimizar la calidad del aire y el ahorro energético.Sensores inteligentes
En el corazón del sistema se encuentran unos sofisticados sensores colocados estratégicamente en diferentes estancias de su hogar. Los sensores de CO2 detectan la presencia y la actividad humanas: cuantas más personas haya en una habitación, mayor será el nivel de CO2. Los sensores de humedad identifican las fuentes de vapor de agua, especialmente importantes en baños y cocinas. Los sensores de COV identifican los contaminantes emitidos por materiales, productos domésticos o actividades culinarias. Algunos sistemas de gama alta también incorporan sensores para partículas finas PM2,5 y PM10.La unidad de control central
El cerebro del sistema, la unidad de control, recoge y analiza todos los datos de los sensores en tiempo real. Utiliza algoritmos avanzados para determinar la tasa de ventilación óptima en cada zona de la casa. Esta inteligencia artificial a bordo aprende gradualmente sus hábitos de vida y se anticipa a sus necesidades. Por ejemplo, si siempre se ducha a las 7 de la mañana, el sistema aumentará automáticamente el caudal de ventilación del cuarto de baño unos minutos antes de esa hora.Conectividad y control remoto
La mayoría de los sistemas modernos incorporan conectividad WiFi o Zigbee para su control a través de smartphone o tableta. Puede controlar la calidad del aire en tiempo real, comprobar el historial de consumo, cambiar los ajustes o forzar manualmente una ventilación intensiva si es necesario. Esta conectividad también permite la integración con otros equipos de domótica, como los termostatos inteligentes, creando un ecosistema energético coherente.Recuperación de calor
Los sistemas más eficientes incorporan un intercambiador de calor que recupera hasta el 95% del calor del aire extraído para precalentar el aire fresco entrante. Este principio, conocido como doble flujo con recuperación de calor, transforma radicalmente el balance energético de la ventilación. En invierno, el aire frío entrante se precalienta con el aire caliente saliente, y viceversa en verano, reduciendo considerablemente la carga de su sistema de calefacción o aire acondicionado.Ahorro energético concreto
Las cifras hablan por sí solas. En una casa de 120 m² equipada con CMV convencional de flujo único, el cambio a un sistema de ventilación inteligente con recuperación de calor puede generar un ahorro anual de entre 400 y 800 euros en la factura energética global.Para un piso de tamaño medio, un sistema de ventilación inteligente bien dimensionado puede reducir el consumo de intercambio de aire entre un 60 y un 70% en comparación con un sistema básico de ventilación por aire amortiguado de presión variable. En una factura anual de calefacción de 1.200 euros, esto representa un ahorro potencial de 250 a 350 euros sólo en ventilación.El ahorro procede de varias fuentes complementarias. En primer lugar, la modulación automática del caudal evita la sobreventilación innecesaria, sobre todo por la noche y cuando usted no está. En segundo lugar, la recuperación de calor del aire extraído reduce drásticamente las necesidades de calefacción. Por último, si se optimiza la calidad del aire interior, es posible mantener una temperatura de consigna ligeramente más baja manteniendo un confort óptimo, ya que un aire de mejor calidad se percibe como más confortable.También hay que tener en cuenta el ahorro indirecto. Un aire renovado adecuadamente evita los problemas de humedad y condensación que pueden dañar su hogar. Los costes de reparación evitados asociados al moho, la pintura descascarillada o el deterioro de la carpintería representan una importante ventaja económica adicional.Ventilación inteligente y calidad del aire interior
Además de ahorrar energía, la ventilación inteligente mejora significativamente la calidad del aire interior, lo que repercute directamente en su salud y bienestar.El aire interior suele estar entre 5 y 10 veces más contaminado que el aire exterior. Hay muchas fuentes de contaminación: emisiones de materiales de construcción y mobiliario, productos de limpieza, combustión (cocina, chimeneas), actividades humanas (respiración, transpiración), sin olvidar alérgenos como los ácaros del polvo y el polen. Una ventilación mal gestionada agrava estos problemas al permitir que los contaminantes se estanquen o al crear zonas de confinamiento.Un sistema inteligente mantiene automáticamente los contaminantes por debajo de los umbrales recomendados. Cuando el nivel de CO2 supera las 1.000 ppm (partes por millón), umbral a partir del cual se observa un descenso de la concentración y dolores de cabeza, el sistema aumenta instantáneamente la velocidad de ventilación. Del mismo modo, un rápido aumento de la humedad en el cuarto de baño tras una ducha desencadena una extracción intensiva temporal, evitando la formación de moho.Los beneficios para la salud son mensurables. Un estudio realizado por el Observatoire de la Qualité de l'Air Intérieur ha demostrado que una ventilación optimizada reduce los síntomas de alergia en un 30% y los problemas respiratorios de los ocupantes en un 25%. Para las personas asmáticas o alérgicas, la mejora de la calidad de vida suele ser espectacular.El confort térmico también se beneficia de esta optimización. La ventilación inteligente evita las desagradables corrientes de aire frío en invierno modulando los caudales y precalentando el aire entrante. En verano, puede aplicar estrategias de sobreventilación nocturna para evacuar el calor acumulado en la estructura del edificio, reduciendo la necesidad de aire acondicionado al día siguiente.Los diferentes tipos de sistema disponibles
El mercado actual ofrece varias tecnologías que se adaptan a diferentes necesidades y presupuestos.Ventilación inteligente de doble flujo
Es el sistema más completo y eficaz. Combina la recuperación de calor y el control inteligente del caudal. El intercambiador de calor recupera hasta el 95% de la energía del aire extraído, mientras que los sensores adaptan el funcionamiento a las necesidades reales. El coste de la instalación oscila entre 4.000 y 8.000 euros para una vivienda unifamiliar, pero el retorno de la inversión suele tardar entre 7 y 12 años, gracias al ahorro conseguido.Estos sistemas son especialmente adecuados para nuevas construcciones o renovaciones completas, ya que requieren la instalación de conductos en toda la vivienda. En una casa pasiva o de muy alto rendimiento energético, la ventilación inteligente de doble flujo es prácticamente indispensable para mantener un excelente balance energético.CMV de flujo único sensible a la humedad conectada
Una solución intermedia más asequible, conserva el principio de flujo único, pero incorpora sensores de humedad conectados y rejillas de ventilación motorizadas que ajustan automáticamente el caudal de aire. La inversión es más modesta, entre 1.500 y 3.000 euros, y la instalación puede realizarse a menudo para sustituir a un VMC existente sin necesidad de grandes obras.Aunque no se beneficia de la recuperación de calor, este sistema ya ofrece un ahorro sustancial en comparación con un sistema de ventilación autorregulado convencional, del orden del 15 al 25% en la factura de calefacción. Es un excelente compromiso para renovaciones con un presupuesto ajustado.Extractores inteligentes descentralizados
Para pisos o viviendas pequeñas, pueden instalarse extractores individuales inteligentes en los cuartos húmedos. Estas unidades autónomas integran sensores, motor e inteligencia a bordo en una única caja montada en la pared. Cada extractor funciona de forma independiente, adaptándose a la calidad del aire de su habitación.La mayor ventaja es que son fáciles de instalar y asequibles, ya que cuestan entre 200 y 400 euros por unidad. Dos o tres extractores suelen ser suficientes para un piso de tamaño medio. Algunos modelos recientes incorporan incluso una minirrecuperación de calor en la cerámica del intercambiador.Sistemas híbridos con refrigeración libre
Las soluciones más avanzadas combinan estrategias de ventilación inteligente y refrigeración natural. En verano, el sistema abre automáticamente entradas de aire adicionales durante la noche para crear una ventilación pasante intensiva, eliminando el calor acumulado. Los sensores de temperatura interior y exterior determinan las horas óptimas para la sobreventilación.Este enfoque puede reducir las necesidades de aire acondicionado entre un 40 y un 60% en las regiones templadas, con una moderada inversión adicional de 800 a 1.500 euros en comparación con un VMC convencional de doble flujo.Instalación e integración en su hogar
El éxito de un proyecto de ventilación inteligente depende de un diseño y una instalación cuidadosos.El estudio preliminar
Se recomienda realizar una auditoría energética inicial para dimensionar correctamente el sistema. Un profesional evalúa el volumen a ventilar, el número de ocupantes, las fuentes específicas de contaminación, la hermeticidad de la envolvente del edificio y el aislamiento existente. Estos parámetros determinan los caudales necesarios y el tipo de sistema óptimo.La estanqueidad merece especial atención. Un edificio demasiado permeable genera infiltraciones parásitas que perturban la ventilación y reducen su eficacia. Una prueba de la puerta del soplador puede revelar estos defectos, que deben corregirse antes de instalar el sistema de ventilación.Posicionamiento del equipo
La ubicación de las unidades de extracción y suministro sigue reglas precisas. Los extractores se colocan en las estancias húmedas (cocina, baño, WC, lavadero) en la parte superior para captar la humedad y los contaminantes que suben de forma natural. Se insufla aire fresco en las habitaciones principales (salón, dormitorios, oficina), idealmente en la parte inferior para evitar corrientes de aire a los ocupantes.La unidad central de ventilación requiere una ubicación técnica accesible para su mantenimiento, protegida de las heladas y, a ser posible, en el centro de la casa para equilibrar la longitud de los conductos. Un lavadero, un armario en un pasillo o el ático son ubicaciones típicas.Integración estética
Hoy en día, los fabricantes ofrecen difusores de diseño que combinan armoniosamente con todos los estilos de interior. Algunos pueden personalizarse en color, mientras que otros tienen formas discretas, casi invisibles. Para los conductos a la vista en renovaciones, las elegantes soluciones de encofrado o los conductos técnicos montados en el techo ayudan a conservar el atractivo estético.Puesta en servicio y configuración
Tras la instalación física, es esencial una fase de puesta a punto. El sistema debe calibrarse en función de su estilo de vida, sus preferencias de confort y las características específicas de su vivienda. En los primeros días, el sistema aprende y afina sus parámetros. Es normal que el funcionamiento no sea inmediatamente óptimo.Conectándose a su red doméstica y configurando la aplicación móvil podrá acceder al panel de control. Aquí puede definir escenarios personalizados: modo ausencia, modo noche, modo recepción, modo mantenimiento intensivo. Estos escenarios se activarán entonces automáticamente según su programación o en respuesta a sus acciones.Mantenimiento y durabilidad
Un sistema de ventilación inteligente bien mantenido conserva su rendimiento durante al menos 15 a 20 años.Mantenimiento regular
Los filtros son el objetivo principal. Los sistemas de doble flujo suelen tener dos juegos de filtros: uno en el aire fresco entrante y otro en el aire extraído. Deben sustituirse cada 6 a 12 meses, dependiendo de la contaminación exterior, para mantener la eficiencia energética y la calidad del aire. Los filtros sucios aumentan la resistencia del aire, lo que obliga al motor a trabajar más y consumir más combustible.El intercambiador de calor requiere una limpieza anual para eliminar el polvo que reduce la eficacia de la recuperación de calor. Según el modelo, puede hacerse con una aspiradora, agua o desmontando el intercambiador. Las unidades de extracción y suministro deben limpiarse de polvo cada 3 a 6 meses con un paño de microfibra.Mantenimiento preventivo
Cada 2 ó 3 años, una inspección profesional comprueba que los motores funcionan correctamente, que los conductos son estancos, que los sensores están calibrados y que los caudales están equilibrados. Este control preventivo detecta los fallos antes de que degeneren en costosas averías.Los sistemas conectados facilitan mucho el mantenimiento. La aplicación móvil muestra alertas cuando es necesario cambiar los filtros, en función del número de horas que han estado funcionando y del grado de obstrucción medido. Algunos sistemas envían automáticamente un informe de salud a su instalador, que puede tomar medidas preventivas.Durabilidad y escalabilidad
El diseño modular de los sistemas modernos permite actualizarlos en el futuro. Si está ampliando su casa, normalmente se pueden añadir respiraderos adicionales. Las actualizaciones del software, que a menudo se despliegan automáticamente a través de Internet, mejoran continuamente los algoritmos de optimización y añaden nuevas funciones.Esta escalabilidad representa una inversión a largo plazo que se adapta a sus necesidades y tecnologías cambiantes. Un sistema instalado hoy seguirá funcionando y estará al día dentro de una década, a diferencia de los equipos tradicionales que se quedan obsoletos rápidamente.Ayuda financiera y rendimiento de la inversión
La inversión en ventilación inteligente se beneficia de una serie de planes de ayuda financiera que reducen significativamente el coste inicial.MaPrimeRénov
El plan gubernamental "MaPrimeRénov" ofrece financiación parcial para la instalación de VMC de doble flujo, con importes que varían en función de sus ingresos. Los hogares con rentas bajas pueden obtener hasta 4.000 euros de ayuda para un VMC de doble flujo, mientras que los hogares con rentas intermedias reciben unos 3.000 euros. Incluso los hogares con rentas más altas se benefician de una ayuda de 2.000 euros.Esta ayuda está condicionada a que las obras sean realizadas por un profesional certificado RGE (Reconnu Garant de l'Environnement) y formen parte de un programa global de renovación destinado a mejorar significativamente la eficiencia energética de la vivienda.Certificados de ahorro energético (CEE)
Los CEE son otra fuente de financiación que puede combinarse con MaPrimeRénov'. Los proveedores de energía ofrecen incentivos por la instalación de sistemas eficientes, generalmente entre 500 y 1.500 euros según el tipo de equipo y la ubicación. Estas bonificaciones suelen ser más fáciles de obtener que las subvenciones públicas.IVA reducido y eco-PTZ
La instalación de un sistema de ventilación eficaz en una vivienda de más de dos años se beneficia de un tipo de IVA reducido del 5,5% en lugar del 20%, aplicable tanto al equipamiento como a la mano de obra. El eco-préstamo a tipo cero le permite pedir prestados hasta 30.000 euros sin intereses para financiar sus obras de renovación energética, incluida la ventilación.Calcular el rendimiento de la inversión
Tomemos el ejemplo concreto de una casa unifamiliar de 120 m². Coste total de la instalación de un CMV inteligente de doble flujo: 6.500 euros. Tras deducir las subvenciones (MaPrimeRénov' 3000 euros + CEE 1000 euros): costes restantes 2500 euros. Ahorro anual en la factura energética: 550 euros. Retorno de la inversión: 4,5 años.Este cálculo no tiene en cuenta el previsible aumento de los precios de la energía en los próximos años, que acortará aún más este plazo. Además, el valor añadido que aporta a su propiedad mejora significativamente su calificación energética en el DPE (Diagnostic de Performance Énergétique), una gran ventaja a la hora de la reventa.Conclusión
La ventilación inteligente es una solución esencial para reducir significativamente su consumo de energía al tiempo que mejora su confort y la calidad del aire que respira cada día. Al adaptar automáticamente su funcionamiento a sus necesidades reales, elimina el derroche de energía inherente a los sistemas tradicionales.El ahorro conseguido, que puede ascender a varios cientos de euros al año, unido a los generosos planes de ayuda financiera, hacen de ésta una inversión especialmente atractiva, con amortizaciones a menudo inferiores a 5 años. Más allá del aspecto financiero, los beneficios para su salud y bienestar son inestimables.Ante la emergencia climática y la necesidad de reducir nuestra huella de carbono, cada gesto cuenta. La ventilación inteligente es una forma práctica y eficaz de contribuir a la transición energética preservando su poder adquisitivo. Tanto si está construyendo una casa nueva como renovando una existente, esta tecnología madura y probada merece su atención para transformar su hogar en un espacio saludable, confortable y energéticamente eficiente.No espere más para actualizar su sistema de ventilación: su confort, su salud y su cartera se lo agradecerán durante años.Categorías de productos
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La CMV convencional funciona con un caudal de aire constante o con ajuste manual, sin tener en cuenta las necesidades reales de renovación de aire. La ventilación inteligente incorpora sensores que miden la calidad del aire (CO2, humedad, COV) en tiempo real y adapta automáticamente su caudal. Así se evita una ventilación excesiva innecesaria que derrocha energía, al tiempo que se garantiza un aire sano cuando es necesario. El ahorro de energía puede llegar al 40% en comparación con un CMV tradicional.
El coste varía en función del tipo de sistema elegido. Por un VMC inteligente de doble flujo en una vivienda unifamiliar, debe esperar pagar entre 4.000 y 8.000 euros, incluida la instalación. Un VMC de flujo único sensible a la humedad conectado cuesta entre 1.500 y 3.000 euros. Los extractores descentralizados inteligentes cuestan a partir de 200-400 euros por unidad. Estos importes pueden reducirse entre un 30 y un 60% gracias a subvenciones como MaPrimeRénov' y CEE, lo que reduce la inversión real a niveles muy asequibles.
Absolutamente. Existen varias soluciones para las renovaciones. Las CMV de flujo único sensibles a la humedad conectadas a menudo pueden sustituir directamente a una CMV existente sin necesidad de grandes obras. Los extractores descentralizados inteligentes pueden instalarse habitación por habitación sin necesidad de conductos. Aunque la instalación de un VMC de doble flujo es más compleja, sigue siendo posible instalar los conductos en el ático, en falsos techos o a lo largo de las paredes utilizando encofrados. Un profesional de RGE podrá ofrecerle la solución que mejor se adapte a su configuración.
Los sistemas modernos están diseñados para funcionar de forma silenciosa. Un sistema inteligente de ventilación de doble flujo de alta calidad genera entre 25 y 35 dB en funcionamiento normal, lo que es menos que una conversación susurrada. Los motores utilizan una tecnología de corriente continua muy silenciosa y los conductos acústicos reducen aún más la contaminación acústica. Al modular automáticamente el caudal, el sistema suele funcionar a potencia reducida, lo que lo hace aún más silencioso, sobre todo por la noche, cuando es muy silencioso.
El mantenimiento es sencillo y directo. Lo principal es sustituir los filtros cada 6 a 12 meses, lo que puede hacer usted mismo en sólo unos minutos. Se recomienda limpiar el polvo de las rejillas de ventilación cada 3 a 6 meses. En el caso de la CMV de doble flujo, el intercambiador de calor se limpia anualmente. Una visita de mantenimiento profesional cada 2 ó 3 años comprobará que todo funciona correctamente. La aplicación móvil le avisa automáticamente cuando es necesario realizar una revisión.
Utiliza varios tipos de sensores sofisticados colocados en diferentes habitaciones. Los sensores de CO2 miden la concentración de dióxido de carbono, que aumenta con la presencia humana. Los sensores de humedad detectan el vapor de agua emitido por las actividades domésticas (duchas, cocinar, secar la ropa). Los sensores de COV (compuestos orgánicos volátiles) identifican los contaminantes químicos emitidos por materiales, productos domésticos o actividades culinarias. Algunos sistemas avanzados también incorporan sensores de partículas finas. Todos estos datos son analizados en tiempo real por la inteligencia del sistema.
Sí, el funcionamiento básico no requiere Internet. Los sensores, la unidad de control y los motores funcionan con total autonomía. La conexión a Internet proporciona funciones adicionales como el control remoto a través del smartphone, la consulta del historial de datos, la actualización del software y la integración con otros equipos domóticos. En caso de fallo de Internet, su sistema sigue funcionando normalmente según su programación y los sensores locales.
Sí, la gran mayoría de los sistemas modernos ofrecen una aplicación móvil específica para iOS y Android. Puede comprobar la calidad del aire de cada habitación en tiempo real, ver su consumo de energía, cambiar los ajustes, activar manualmente modos específicos (impulso, ausencia, noche), programar franjas horarias y recibir alertas de mantenimiento. Algunas aplicaciones se integran con asistentes de voz (Alexa, Google Home) para el control por voz. Esta conectividad ofrece facilidad de uso y total transparencia sobre el funcionamiento de su instalación.
El ahorro varía en función de su situación inicial y del tipo de sistema instalado. Sustituyendo una CMV convencional de flujo único por una CMV inteligente de flujo doble, el ahorro puede alcanzar normalmente entre 400 y 800 euros al año para una casa de 120 m². Para un piso que cambie de un CMV autorregulado a uno conectado con control de humedad, puede esperar ahorrar entre 150 y 300 euros al año. Estas cifras representan una reducción del 30-50% en el consumo de energía relacionado con la ventilación. Dado que los precios de la energía siguen subiendo, este ahorro aumentará en los próximos años.
Sí, de forma significativa y mensurable. Al adaptar la tasa de ventilación a las necesidades reales, el sistema mantiene automáticamente los contaminantes por debajo de los umbrales recomendados. Los estudios muestran una reducción del 30% de los síntomas alérgicos y del 25% de los problemas respiratorios entre los ocupantes de viviendas equipadas con esta tecnología. Los niveles de CO2 se mantienen sistemáticamente por debajo de las 1000 ppm, el umbral a partir del cual se producen la fatiga y los dolores de cabeza. La humedad se regula entre el 40 y el 60%, la zona óptima para el confort y la prevención del moho. Para las personas sensibles o asmáticas, la mejora del bienestar suele ser espectacular.






