¿Qué es un disyuntor bipolar?

El disyuntor es una parte esencial de cualquier instalación eléctrica moderna. Tanto si es usted un profesional de la electricidad, un aficionado al bricolaje con experiencia o simplemente un propietario preocupado por la seguridad de su hogar, es vital que entienda cómo funciona este dispositivo de protección y para qué se utiliza. En esta completa guía, analizaremos en profundidad todo lo que necesita saber sobre el disyuntor bipolar.


Definición de un disyuntor bipolar

Un interruptor automático bipolar, también conocido como interruptor automático 2P o interruptor automático bifásico, es un dispositivo de protección eléctrica que interrumpe simultáneamente dos conductores activos en un circuito eléctrico. A diferencia del disyuntor unipolar, que sólo protege un polo, el disyuntor bipolar actúa sobre dos polos al mismo tiempo, generalmente la fase y el neutro, ofreciendo una protección reforzada que se adapta a la mayoría de las configuraciones eléctricas.

Disjoncteur bipolaire Schneider

Este tipo de disyuntor está diseñado para proteger los circuitos eléctricos contra dos peligros principales: las sobrecargas y los cortocircuitos. Cuando se detecta una anomalía, el disyuntor bipolar corta automáticamente el suministro eléctrico a ambos conductores, garantizando una seguridad óptima para las personas y los equipos.

El término "bipolar" se refiere al hecho de que este interruptor automático tiene dos polos protegidos, es decir, dos contactos que se abren y se cierran simultáneamente. Esta característica lo distingue fundamentalmente de otros tipos de interruptores automáticos y define sus aplicaciones específicas en instalaciones eléctricas residenciales y profesionales.

Principio de funcionamiento de un disyuntor bipolar

Mecanismo básico

El funcionamiento de un disyuntor bipolar se basa en un mecanismo electromecánico sofisticado pero fiable. El dispositivo incorpora dos elementos principales de detección: un disparador térmico y un disparador magnético. Estos dos sistemas trabajan en sinergia para garantizar una protección completa del circuito eléctrico.

El desbloqueo térmico consiste en una banda bimetálica, es decir, dos metales diferentes soldados entre sí con coeficientes de dilatación diferentes. Cuando la corriente que circula por el interruptor automático supera el valor nominal durante un periodo prolongado, el calentamiento provoca la deformación de la banda bimetálica. Esta deformación mecánica activa el mecanismo de disparo, provocando la apertura simultánea de ambos polos del disyuntor.

El desbloqueo magnético se utiliza en caso de cortocircuito. Consta de una bobina y un núcleo magnético móvil. En caso de un aumento repentino de la corriente (cortocircuito), el campo magnético generado por la bobina se vuelve lo suficientemente fuerte como para atraer el núcleo móvil, abriendo instantáneamente el interruptor automático. Este mecanismo permite una reacción casi instantánea, generalmente en unos pocos milisegundos.

Desconexión simultánea de los dos polos

Una de las características esenciales del interruptor automático bipolar es su capacidad para interrumpir simultáneamente los dos conductores activos. Esta desconexión sincronizada está garantizada por un mecanismo de enlace rígido entre los dos contactos móviles. Cuando se produce un disparo, ya sea debido a una sobrecarga o a un cortocircuito, ambos polos se abren exactamente en el mismo instante.

Esta desconexión simultánea ofrece varias ventajas considerables en términos de seguridad. Garantiza que el dispositivo protegido esté completamente aislado de la red eléctrica, eliminando cualquier riesgo de potencial residual peligroso. Además, esta característica es especialmente importante en instalaciones en las que la fase y el neutro deben desconectarse juntos, como es el caso de muchos electrodomésticos o en determinadas configuraciones de red.

El mecanismo que une los dos polos está diseñado para ser extremadamente fiable y duradero. Debe soportar miles de ciclos de apertura y cierre manteniendo una sincronización perfecta. Los fabricantes de interruptores automáticos someten estos dispositivos a rigurosas pruebas para garantizar su rendimiento a largo plazo.

Curvas de activación

Los interruptores bipolares están disponibles con diferentes curvas de disparo, designadas por las letras B, C, D y Z. Estas curvas definen la sensibilidad del relé magnético y determinan el umbral de corriente a partir del cual el interruptor se dispara instantáneamente.

La curva B es la más sensible, con disparos magnéticos entre 3 y 5 veces la corriente nominal (In). Es especialmente adecuado para circuitos con largos recorridos de cables o para proteger a las personas. La curva C, la más común en las instalaciones domésticas, dispara entre 5 y 10 veces In. Es ideal para aplicaciones estándar en las que pueden producirse corrientes de irrupción moderadas al arrancar determinados equipos.

La curva D, en cambio, tolera picos de corriente más elevados, con disparos entre 10 y 20 veces In. Está diseñado para circuitos que alimentan cargas con altas corrientes de irrupción, como motores o transformadores. Por último, la curva Z, menos común, se utiliza para proteger circuitos electrónicos sensibles, disparándose entre 2 y 3 veces In.

Diferencias entre disyuntores unipolares, bipolares y tetrapolares

Disyuntor unipolar (1P)

Disjoncteur bipolaire Schneider

El interruptor automático unipolar protege e interrumpe sólo un conductor activo. Este tipo de disyuntor se utiliza en instalaciones domésticas antiguas para sustituir a los fusibles.

Disyuntor unipolar (1P+N)

Disjoncteur bipolaire Schneider

El interruptor automático unipolar con neutro, o interruptor automático fase-neutro (Fase + Neutro o 1P+N), protege e interrumpe sólo un conductor activo, generalmente la fase. Este tipo de interruptor automático es el más utilizado en las instalaciones domésticas para proteger los circuitos de alumbrado y las tomas de corriente individuales.

La principal ventaja del disyuntor unipolar es que ocupa menos espacio y cuesta menos. Ocupa un único módulo en el cuadro eléctrico, optimizando el espacio disponible. Sin embargo, su protección se limita a un solo polo, lo que puede resultar insuficiente en determinadas configuraciones o para ciertos tipos de equipos que requieren un aislamiento completo.

En las instalaciones que cumplan las normas vigentes, el disyuntor unipolar sólo debe instalarse en la fase, quedando el neutro protegido por otros dispositivos en el cuadro eléctrico general. Esta configuración es adecuada para circuitos monofásicos convencionales en los que sólo una fase requiere protección individual.

Disyuntor bipolar (2P)

Disjoncteur bipolaire Schneider

El interruptor automático bipolar interrumpe simultáneamente dos conductores activos. En una instalación monofásica convencional, se trata de la fase y el neutro. En una instalación bifásica o trifásica, puede haber dos fases. Este tipo de interruptor ocupa dos módulos en el cuadro de distribución y ofrece una mayor protección en comparación con el modelo unipolar.

El uso de un disyuntor bipolar es obligatorio en varias situaciones. Es necesario para proteger los circuitos que alimentan determinados aparatos, como calentadores de agua eléctricos, aparatos de aire acondicionado, placas de cocción o cualquier aparato que requiera un corte total del suministro eléctrico por razones de seguridad. También es esencial en los cuartos de baño donde las normas exigen la desconexión simultánea de los conductores de fase y neutro.

El interruptor automático bipolar también tiene la ventaja de facilitar las tareas de mantenimiento. Al cortar tanto la fase como el neutro, garantiza que el dispositivo protegido quede completamente desenergizado, eliminando cualquier riesgo para el operario. Esta característica es especialmente apreciada por los profesionales del mantenimiento eléctrico.

Disyuntor trifásico (3P y 3P+N)

Disjoncteur triphasé Schneider

Los disyuntores trifásicos se presentan en dos variantes principales: 3P (tripolares) y 3P+N (tripolares + neutro). El interruptor automático 3P protege y corta sólo las tres fases, sin tocar el neutro. Ocupa tres módulos en el cuadro eléctrico y se utiliza principalmente para motores trifásicos y equipos industriales que no requieren una conexión a neutro. Este tipo de interruptor es especialmente adecuado para cargas equilibradas en las que el neutro teóricamente no transporta corriente. El interruptor automático 3P+N, por su parte, protege las tres fases e incluye un corte del neutro, aunque éste no suele estar protegido por los disparos térmicos y magnéticos. Al igual que la versión tetrapolar, ocupa cuatro módulos, pero a diferencia de ésta, sólo las tres fases están protegidas contra sobrecargas y cortocircuitos. El neutro simplemente se corta mecánicamente para garantizar el aislamiento completo del circuito. Esta configuración es habitual en las instalaciones trifásicas con conductor neutro, donde ciertos equipos necesitan las tres fases más el conductor neutro, como ciertas máquinas que combinan motores trifásicos y circuitos de control monofásicos.

Disjoncteur 3P+N Schneider

La distinción entre 4P (tetrapolar) y 3P+N es importante: en un 4P, los cuatro polos están protegidos y vigilados, mientras que en un 3P+N, sólo están protegidas las tres fases, quedando el neutro simplemente desconectado sin protección específica. La elección entre estas configuraciones depende de los requisitos específicos de la instalación, de las normas aplicables y del tipo de equipo que deba protegerse. En las instalaciones residenciales trifásicas, lo más habitual es utilizar disyuntores tetrapolares 4P para el disyuntor principal, mientras que los circuitos individuales pueden utilizar configuraciones 3P o 3P+N según sea necesario.

Interruptor automático tetrapolar (4P)

Disjoncteur tétrapolaire Schneider

El interruptor automático tetrapolar, o trifásico, protege y desconecta simultáneamente cuatro conductores: las tres fases y el conductor neutro. Se utiliza exclusivamente en instalaciones trifásicas y ocupa cuatro módulos en el cuadro eléctrico. Este tipo de disyuntor es esencial para proteger equipos trifásicos como ciertos motores industriales, potentes bombas de calor o máquinas herramienta.

El funcionamiento del interruptor automático tetrapolar sigue los mismos principios que el interruptor automático bipolar, pero con una mayor complejidad debido al número de polos que hay que proteger. El mecanismo de desconexión debe asegurar una desconexión perfectamente sincronizada de los cuatro conductores para garantizar una seguridad óptima. Los interruptores automáticos tetrapolares suelen estar clasificados para corrientes más elevadas que sus homólogos unipolares o bipolares.

En el contexto residencial, los disyuntores tetrapolares son relativamente raros y se encuentran principalmente en casas grandes con instalaciones trifásicas o en ciertos edificios antiguos. Por otro lado, son muy comunes en instalaciones industriales y comerciales donde la energía trifásica es la norma.

Aplicaciones y usos del disyuntor bipolar

En instalaciones residenciales

En el entorno doméstico, el interruptor automático bipolar tiene muchas aplicaciones esenciales. Uno de sus usos más comunes es proteger los calentadores de agua eléctricos. La norma NF C 15-100, que rige las instalaciones eléctricas en Francia, exige el uso de un disyuntor bipolar para este tipo de aparatos. La razón es sencilla: el calentador de agua es un aparato fijo que debe estar completamente aislado de la red eléctrica para poder realizar los trabajos de mantenimiento con total seguridad.

Los circuitos que alimentan placas eléctricas o de inducción también requieren un disyuntor bipolar. Estos dispositivos suelen consumir mucha energía y su naturaleza fija hace que necesiten una protección adicional. Del mismo modo, los hornos eléctricos empotrados, los acondicionadores de aire fijos y algunos sistemas de calefacción eléctrica deben estar protegidos por disyuntores bipolares.

En los cuartos de baño y las duchas, las normas de seguridad son especialmente estrictas debido a la presencia de agua y al mayor riesgo de electrocución. Los circuitos que alimentan estas habitaciones a menudo deben protegerse con disyuntores bipolares, sobre todo en el caso de los enchufes situados en determinadas zonas del cuarto de baño. Este requisito garantiza un corte total de la alimentación en caso de avería.

Para dispositivos de alta potencia

Los aparatos eléctricos de gran potencia se benefician enormemente de la protección que ofrece un disyuntor bipolar. Las bombas de calor, por ejemplo, son aparatos que consumen mucha energía, funcionan continuamente y generan altas corrientes de arranque cuando se ponen en marcha. Un disyuntor bipolar correctamente dimensionado no sólo protege el aparato contra las sobrecargas y los cortocircuitos, sino que también garantiza que el sistema pueda aislarse completamente para las operaciones de mantenimiento.

Las estaciones de carga para vehículos eléctricos son otra de las principales aplicaciones de los disyuntores bipolares. Estos aparatos, cada vez más comunes en los hogares, suministran altos niveles de energía durante largos periodos. La protección mediante un disyuntor bipolar no sólo es recomendable, sino a menudo obligatoria, dependiendo de la instalación y de las normas locales. Garantiza una seguridad óptima durante las largas horas de recarga.

Las lavadoras y los lavavajillas, aunque de potencia moderada, a veces están protegidos por disyuntores bipolares en instalaciones recientes. Este enfoque ofrece una seguridad adicional, especialmente valiosa para estos dispositivos, que manipulan agua y a menudo funcionan sin vigilancia. El interruptor automático bipolar garantiza un aislamiento completo en caso de fallo.

En entornos profesionales

En los sectores terciario e industrial, los disyuntores bipolares desempeñan un papel crucial para proteger los equipos y garantizar la seguridad de las instalaciones. Este tipo de protección se utiliza mucho en las oficinas modernas, equipadas con numerosos dispositivos informáticos y sistemas de aire acondicionado. Los servidores informáticos, en particular, suelen requerir una fuente de alimentación protegida por un disyuntor bipolar para garantizar un aislamiento completo en caso de intervención.

Las tiendas y restaurantes utilizan disyuntores bipolares para proteger sus equipos de cocina profesionales: hornos, freidoras, placas de cocción, cámaras frigoríficas y otros aparatos específicos. Estos equipos, que a menudo son de gran potencia y funcionan de forma intensiva, requieren una protección fiable y robusta. El interruptor automático bipolar cumple estos requisitos a la perfección, ofreciendo la máxima seguridad.

En los talleres y las pequeñas industrias, las máquinas herramienta, los compresores y otros equipos eléctricos se protegen sistemáticamente con disyuntores adecuados. Los disyuntores bipolares son los preferidos para los equipos monofásicos de media potencia, ya que proporcionan una gestión eficaz de la protección a la vez que optimizan el espacio en los armarios eléctricos.

Datos técnicos que debe conocer

La corriente nominal o nominal (In)

El valor nominal de un interruptor automático bipolar, expresado en amperios (A), representa la corriente máxima que el interruptor puede soportar en funcionamiento continuo sin dispararse. Este es el criterio más importante a la hora de elegir un interruptor automático. Las potencias estándar disponibles en el mercado van de 2A a 63A para aplicaciones residenciales, y hasta varios cientos de amperios para aplicaciones industriales.

La elección de la potencia nominal debe tener en cuenta varios factores: la potencia del equipo o circuito a proteger, la sección transversal de los cables utilizados y la longitud del circuito. Un valor nominal demasiado bajo provocará disparos molestos, mientras que un valor nominal demasiado alto no proporcionará una protección eficaz contra las sobrecargas. La norma NF C 15-100 proporciona tablas precisas para determinar la clasificación adecuada en función de la sección del conductor.

Para un circuito de toma de corriente estándar con cables de 2,5 mm², se recomienda generalmente un disyuntor de 20 A. Para un calentador de agua eléctrico de 2000W a 3000W, un disyuntor de 20A o 25A será apropiado, dependiendo de la configuración. Las placas de cocina suelen requerir potencias superiores, generalmente entre 32A y 40A en función de su vataje. Es fundamental consultar las recomendaciones del fabricante del dispositivo para garantizar una protección óptima.

Tensión nominal (Un)

La tensión asignada de un interruptor bipolar indica la tensión de red máxima en la que se puede instalar el interruptor. Para las instalaciones domésticas en Francia, la tensión estándar es de 230 V monofásicos, y los interruptores automáticos suelen estar diseñados para soportar 400 V. Este margen de seguridad permite utilizar los mismos interruptores automáticos en diferentes configuraciones eléctricas.

Es importante tener en cuenta que la tensión nominal no se corresponde necesariamente con la tensión de funcionamiento. Un disyuntor clasificado para 400 V puede utilizarse perfectamente en una red de 230 V, pero lo contrario nunca es posible. Esta característica ofrece una flexibilidad apreciable para los electricistas y permite estandarizar los equipos en los cuadros eléctricos.

La tensión nominal también influye en el poder de corte del interruptor automático. Esto se debe a que es más difícil extinguir el arco eléctrico que se forma cuando los contactos se abren a alta tensión. Los fabricantes tienen en cuenta este parámetro en el diseño de sus interruptores automáticos para garantizar una ruptura eficaz y segura en todas las condiciones de uso.

Capacidad de rotura (BC)

El poder de corte, expresado en kiloamperios (kA), representa la corriente máxima de cortocircuito que el interruptor puede interrumpir con seguridad sin sufrir daños. Se trata de una característica fundamental que determina la capacidad del interruptor automático para proteger la instalación en las situaciones más críticas. Las capacidades de corte estándar para aplicaciones residenciales son de 3kA, 4,5kA, 6kA y 10kA.

La elección de la capacidad de conmutación depende principalmente de la proximidad del transformador eléctrico y de la configuración de la red de distribución. En una zona urbana, cerca de un centro de transformación, las corrientes de cortocircuito pueden ser muy elevadas y requerir un poder de corte de 6kA o más. Por el contrario, en una zona rural alejada de la red principal, una capacidad de corte de 3kA puede ser suficiente.

Siempre es preferible elegir un interruptor automático con un poder de corte superior a los requisitos mínimos calculados. Este margen de seguridad nos permite anticiparnos a los cambios en la red eléctrica y garantizar una protección a largo plazo. Un disyuntor con un poder de corte de 6kA representa un excelente compromiso entre rendimiento y coste para la mayoría de las instalaciones residenciales modernas.

Clases de activadores

Las clases de disparo, definidas por las curvas B, C, D y Z mencionadas anteriormente, determinan la reactividad del interruptor a las sobreintensidades. Esta clasificación es esencial para adaptar la protección al tipo de carga suministrada. Una selección incorrecta de la clase puede provocar disparos molestos o una protección inadecuada.

Para circuitos de iluminación y tomas de corriente estándar, se recomienda universalmente la curva C. Ofrece un buen compromiso entre protección eficaz y tolerancia a las corrientes de irrupción normales. Los circuitos que alimentan resistencias calefactoras o calentadores de agua también pueden utilizar disyuntores de curva C sin ningún problema particular.

La curva B es útil para circuitos muy largos o para una protección reforzada contra las corrientes residuales. También se utiliza en determinadas instalaciones fotovoltaicas o cuando se requiere una mayor sensibilidad. La curva D, en cambio, se reserva para aplicaciones específicas con cargas inductivas elevadas, como motores de bombas o transformadores. Utilizar una curva inadecuada puede comprometer la eficacia de la protección.

Instalación y funcionamiento

Ubicación en el cuadro eléctrico

La instalación de un disyuntor bipolar en un cuadro eléctrico requiere una organización rigurosa y el cumplimiento de unas normas estrictas. El interruptor automático debe colocarse en un carril DIN normalizado, un sistema que garantiza una fijación sólida y permite un montaje y desmontaje sencillos. Cada disyuntor bipolar ocupa dos módulos (unidades de 18 mm de ancho), lo que debe tenerse en cuenta a la hora de diseñar el cuadro de distribución.

La distribución de los circuitos en el cuadro eléctrico debe seguir una lógica clara y funcional. Es aconsejable agrupar los interruptores automáticos por zona geográfica de la vivienda o por tipo de circuito. Por ejemplo, podría agrupar todos los circuitos de la cocina, luego los de los dormitorios y después los del cuarto de baño. Esta organización facilita enormemente las intervenciones y reparaciones posteriores.

El cuadro eléctrico debe disponer de espacio suficiente para poder realizar el cableado sin que los cables sufran tensiones indebidas. Un cuadro eléctrico sobrecargado con cables comprimidos presenta riesgos de sobrecalentamiento y complica las intervenciones. Por lo tanto, es prudente planificar una capacidad que supere las necesidades inmediatas. En términos generales, un excedente del 20% al 30% es suficiente para prever futuras ampliaciones.

Conexión eléctrica

Al conectar un disyuntor bipolar, debe prestarse especial atención a las buenas prácticas eléctricas. Cada terminal del disyuntor debe estar provisto de un solo conductor, firmemente apretado con un destornillador adecuado. El par de apriete recomendado por el fabricante debe respetarse escrupulosamente: un apriete insuficiente puede provocar un sobrecalentamiento peligroso, mientras que un apriete excesivo puede dañar los terminales.

La fase y el neutro deben estar correctamente identificados y conectados a los terminales adecuados. Aunque el disyuntor bipolar corta ambos polos, es importante respetar las convenciones de cableado: fase a la izquierda, neutro a la derecha cuando se mira el disyuntor de frente. Esta normalización facilita las intervenciones posteriores y reduce el riesgo de errores cuando se realizan modificaciones en la instalación.

Los peines alimentadores horizontales se recomiendan encarecidamente para distribuir la energía desde el interruptor automático principal a los interruptores automáticos divisionales. Estos peines sustituyen a varios cables individuales, ofreciendo un cableado más limpio, fiable y seguro. También reducen considerablemente el tiempo de instalación y minimizan el riesgo de un mal contacto.

Normas de seguridad

Antes de realizar cualquier trabajo en un cuadro eléctrico, debe desconectarse la alimentación principal. Está absolutamente prohibido trabajar bajo tensión, incluso para una simple sustitución del disyuntor. La desconexión del disyuntor principal o del disyuntor del abonado es obligatoria, y se recomienda encarecidamente el uso de un VAT (Verificador de Ausencia de Tensión) para confirmar que la instalación está sin tensión.

La instalación de disyuntores bipolares debe cumplir la norma NF C 15-100, que establece las reglas de diseño e instalación de instalaciones eléctricas de baja tensión en Francia. En particular, esta norma impone secciones transversales mínimas de los cables en función de la potencia de los disyuntores, las distancias de seguridad y las reglas de identificación de los circuitos. El incumplimiento de esta norma puede dar lugar a una denegación de conformidad por parte de Consuel durante la puesta en servicio.

Si no está cualificado en electricidad, le recomendamos encarecidamente que llame a un electricista profesional para que instale o sustituya los disyuntores. La electricidad presenta peligros reales y potencialmente mortales. Un profesional no sólo cuenta con los conocimientos técnicos necesarios, sino también con un seguro de responsabilidad profesional para protegerse de cualquier problema posterior.

Comprobaciones tras la instalación

Una vez instalado el disyuntor bipolar, hay que realizar una serie de comprobaciones antes de ponerlo en marcha. En primer lugar, compruebe visualmente que todas las conexiones están bien apretadas, que los cables no son excesivamente largos y que no hay riesgo de que los conductores toquen otras partes metálicas del cuadro eléctrico. Los extremos no conectados deben estar debidamente aislados.

La continuidad eléctrica debe comprobarse con un multímetro. En la posición abierta (interruptor automático disparado), no debe haber continuidad entre aguas arriba y aguas abajo. En posición cerrada, la continuidad debe ser perfecta, prácticamente sin resistencia. Esta prueba garantiza que los contactos del interruptor automático funcionan correctamente y que el mecanismo de desconexión está operativo.

Tras la puesta en marcha, es aconsejable comprobar que no se produce un calentamiento anormal de los terminales del interruptor automático después de unas horas de funcionamiento. Un calentamiento localizado puede indicar un apriete incorrecto o una conexión defectuosa. También debe probar el funcionamiento del interruptor simulando una carga cercana a su valor nominal para asegurarse de que no se dispara inesperadamente.

Ventajas del disyuntor bipolar

Seguridad mejorada

La principal ventaja del disyuntor bipolar es el mayor nivel de seguridad que proporciona. Al desconectar simultáneamente los conductores de fase y neutro, garantiza el aislamiento total del dispositivo protegido de la red eléctrica. Esta característica es especialmente crucial en situaciones en las que un fallo en el neutro podría mantener un potencial peligroso incluso después de haber desconectado sólo la fase.

En determinadas configuraciones de red, sobre todo cuando el neutro está distribuido y puede tener una tensión con respecto a tierra, el interruptor bipolar ofrece una protección que un interruptor unipolar no puede ofrecer. Esta situación puede producirse cuando hay un desequilibrio importante en la red trifásica o cuando hay averías en la instalación del distribuidor de energía. El disyuntor bipolar proporciona una protección eficaz contra estas situaciones excepcionales.

Para los trabajos de mantenimiento, el interruptor automático bipolar ofrece una garantía adicional al operario. Al cortar ambos conductores activos, elimina cualquier riesgo de tensión residual, incluso en caso de cableado atípico o inversión accidental de fase y neutro. Esta seguridad es especialmente apreciada por los profesionales, que pueden trabajar con confianza en equipos protegidos por este tipo de interruptor automático.

Cumplimiento de las normas

La utilización de disyuntores bipolares en las situaciones prescritas por la norma NF C 15-100 es obligatoria para obtener el certificado de conformidad expedido por Consuel. Este certificado es necesario para la puesta en servicio inicial de una instalación eléctrica nueva o completamente renovada, así como para cualquier aumento de la potencia contratada. El incumplimiento de esta obligación puede dar lugar a que el distribuidor de energía se niegue a realizar la conexión.

Las compañías de seguros conceden especial importancia a la conformidad de las instalaciones eléctricas. En caso de siniestro eléctrico, si la instalación no cumple las normas, la indemnización puede reducirse o incluso anularse. La instalación de disyuntores bipolares cuando sea necesario forma parte integrante de este cumplimiento y contribuye a la validez de la cobertura del seguro.

Como parte de la venta de una propiedad, el diagnóstico eléctrico obligatorio (DEO) verifica la presencia y el correcto dimensionamiento de los dispositivos de protección. La ausencia de disyuntores bipolares en los lugares requeridos es una anomalía que se señalará en el informe. Aunque esto no impide la venta, estas anomalías pueden ser utilizadas por el comprador para negociar el precio o exigir trabajos de conformidad.

Protección óptima del equipo

Además de garantizar la seguridad personal, el disyuntor bipolar proporciona una protección óptima para los equipos eléctricos. Los dispositivos modernos, en particular los que incorporan electrónica de potencia, son sensibles a los fallos eléctricos. Una desconexión incompleta o un fallo no detectado pueden causar daños irreversibles en los circuitos electrónicos. El disyuntor bipolar, al garantizar una ruptura limpia y completa, minimiza estos riesgos.

Los aparatos de calefacción, en particular los calentadores de agua eléctricos, se benefician enormemente de la protección bipolar. Estos equipos funcionan a menudo durante varias horas al día y están sometidos a un importante estrés térmico. Un fallo de aislamiento o una sobrecarga pueden degenerar rápidamente en una situación peligrosa. El disyuntor bipolar detecta e interrumpe estos fallos antes de que dañen el aparato o creen un riesgo de incendio.

Para equipos caros como bombas de calor, sistemas de aire acondicionado o puntos de carga de vehículos eléctricos, la inversión en un disyuntor bipolar de calidad representa una modesta póliza de seguro en comparación con el coste de sustitución del aparato. La fiabilidad y la durabilidad de estos equipos están directamente influidas por la calidad de su protección eléctrica.

Cómo elegir un disyuntor bipolar

Determinar el tamaño necesario

Elegir la potencia nominal de un disyuntor bipolar es un paso crucial que requiere un análisis preciso de varios parámetros. El primer factor a tener en cuenta es la potencia del aparato o la potencia total de los aparatos que serán alimentados por el circuito protegido. Para convertir la potencia en vatios (W) en corriente en amperios (A), utilizamos la fórmula: I = P / U, donde P es la potencia en vatios y U la tensión en voltios (230V para una instalación doméstica en Francia).

Por ejemplo, para un calentador de agua de 3000W: I = 3000 / 230 ˜ 13A. Por lo tanto, elija un disyuntor con la siguiente clasificación más alta, ya sea 16A o 20A, dependiendo de las recomendaciones del fabricante y de la sección transversal de los cables. Es importante incluir un margen de seguridad, ya que los aparatos pueden consumir algo más de su potencia nominal, sobre todo durante las fases de arranque.

La sección transversal de los cables es el segundo criterio decisivo. La norma NF C 15-100 establece una correspondencia estricta entre la sección de los conductores y la potencia máxima del interruptor automático que los protege. Para cables de 1,5 mm², la capacidad máxima es de 16 A. Para 2,5mm², puede llegar hasta 20A o 25A dependiendo de la aplicación. Para 6 mm², la potencia puede ser de hasta 32 A. Estos límites garantizan que los cables no se calienten peligrosamente incluso con la carga máxima.

Seleccione la curva de activación adecuada

La elección de la curva de disparo debe adaptarse al tipo de equipo a proteger. Para la mayoría de las aplicaciones domésticas estándar (enchufes, iluminación, electrodomésticos convencionales), la curva C es la elección óptima. Ofrece la mejor protección a la vez que tolera las corrientes de irrupción moderadas que se producen cuando se encienden muchos aparatos eléctricos.

Para los circuitos que alimentan equipos que generan altas corrientes de irrupción, como ciertas bombas, motores o transformadores, puede ser necesaria una curva D. Sin embargo, esta elección debe hacerse con cuidado, ya que una curva demasiado tolerante retrasará el disparo en caso de cortocircuito. Debe consultar las especificaciones técnicas del aparato para determinar la amplitud y la duración de las corrientes de arranque.

En caso de duda, la curva C es una elección segura y versátil. Si se producen disparos molestos con una curva C, siempre será posible cambiar a una curva D más adelante. Lo contrario (pasar de una curva D a una curva C) nunca es necesario y sugeriría un error inicial en el dimensionamiento.

Optar por la marca y la calidad adecuadas

El mercado de los disyuntores bipolares ofrece una amplia gama de productos, desde marcas de primera calidad hasta productos básicos. Marcas consolidadas como Schneider Electric, Legrand, Hager, ABB y Siemens ofrecen una fiabilidad probada y una durabilidad excelente. Sus interruptores automáticos se someten a rigurosas pruebas y se certifican de forma independiente para garantizar el cumplimiento de las normas vigentes.

Estas marcas de referencia también ofrecen gamas completas con una amplia disponibilidad de calibres y características. Esto facilita el mantenimiento futuro y la posible sustitución de componentes. Sus manuales técnicos son detallados y sus servicios posventa suelen responder a preguntas o problemas. La inversión extra en una marca reconocida se justifica por la tranquilidad y la longevidad de la instalación.

Los productos básicos pueden parecer atractivos por su bajo precio, pero a menudo tienen limitaciones. La vida útil puede verse reducida, el número de ciclos de funcionamiento soportados suele ser menor y la calidad de los contactos puede deteriorarse más rápidamente. Para una instalación eléctrica que se espera que dure varias décadas, dar prioridad a la calidad sobre el coste inicial es un enfoque prudente que tiene sentido económico a largo plazo.

Comprobar certificaciones

Los disyuntores bipolares comercializados en Europa deben cumplir una serie de normas y llevar las marcas correspondientes. La marca CE es obligatoria y certifica que el producto cumple las directivas europeas pertinentes. La norma IEC 60898 (o EN 60898 para la versión europea) especifica los requisitos de los disyuntores domésticos. Algunos disyuntores también pueden cumplir la norma NF C 61-410, una versión francesa de la norma internacional.

Además de las normas, algunos organismos independientes expiden certificaciones adicionales que garantizan un rendimiento superior. La marca NF, emitida por AFNOR en Francia, certifica que el producto cumple no sólo las normas obligatorias, sino también criterios de calidad adicionales. Los productos con certificación NF han sido sometidos a pruebas más exigentes y suelen ofrecer una mayor fiabilidad.

En el momento de la compra, es aconsejable comprobar físicamente que estas marcas están presentes en el propio interruptor automático. Los productos falsificados o de calidad dudosa pueden mostrar marcas no auténticas. Comprar a distribuidores reconocidos y comprobar que el envase, la documentación y el producto en sí son coherentes le ayudará a evitar sorpresas desagradables.

Mantenimiento y revisión

Controles periódicos

El mantenimiento preventivo de un interruptor automático bipolar ayuda a garantizar su correcto funcionamiento a lo largo del tiempo. Recomendamos realizar una prueba de disparo manual al menos una vez al año. Este sencillo procedimiento consiste en abrir y luego cerrar el interruptor automático para comprobar que el mecanismo funciona libremente y que los contactos lo hacen correctamente. Esta prueba detecta cualquier obstrucción o resistencia anormal.

Debe realizarse una inspección visual del cuadro eléctrico y de los disyuntores con regularidad, idealmente cada seis meses. Esta inspección busca signos de sobrecalentamiento (decoloración de la carcasa, marcas negras, olor a quemado), rastros de humedad, conexiones sueltas o cables dañados. Cualquier signo anormal debe ser tomado en serio e investigado a fondo por un profesional.

El apriete de las conexiones es una operación de mantenimiento importante, pero debe realizarse con cuidado. Los terminales pueden aflojarse ligeramente con el tiempo debido a los ciclos de calentamiento y enfriamiento del cuadro eléctrico. Una comprobación anual del apriete, realizada con la alimentación desconectada y utilizando un destornillador dinamométrico si es posible, evitará problemas de sobrecalentamiento relacionados con contactos deficientes.

Vida útil y sustitución

La vida útil teórica de un disyuntor bipolar de calidad suele superar los 20 años en condiciones normales de uso. Sin embargo, esta vida útil puede reducirse considerablemente en entornos difíciles (alta temperatura, humedad, atmósfera corrosiva) o en caso de uso frecuente. Un disyuntor que se dispara con regularidad se desgasta más rápidamente que uno que permanece permanentemente cerrado.

Los interruptores automáticos tienen un número de ciclos de funcionamiento garantizados por el fabricante, generalmente entre 10.000 y 20.000 ciclos para los modelos domésticos. Un ciclo corresponde a una apertura seguida de un cierre. En un uso residencial normal, casi nunca se alcanza este número de ciclos. Por otro lado, en una instalación industrial con arranques frecuentes, este límite puede llegar a ser relevante.

Ciertos signos indican que un interruptor automático necesita ser sustituido: dificultad para rearmarse después de dispararse, disparos molestos repetidos sin causa identificable, indicios de sobrecalentamiento o formación de arcos, carcasa agrietada o dañada, rigidez anormal de la palanca de accionamiento. Ante uno de estos síntomas, la sustitución preventiva del interruptor automático es la solución más sensata para evitar un fallo en el momento crítico.

Solución de problemas comunes

El problema más común es que un disyuntor bipolar se dispare inesperadamente. Las causas pueden ser varias: una sobrecarga real (demasiados aparatos en el circuito), un problema con un aparato conectado, un sobrecalentamiento del propio interruptor debido a un mal contacto o un interruptor defectuoso. La metodología de resolución de problemas consiste en aislar la causa por eliminación progresiva.

Para identificar una sobrecarga, calcule la potencia total de los aparatos que puedan funcionar simultáneamente en el circuito y compruebe que se mantiene por debajo de la capacidad del interruptor automático. Si se confirma la sobrecarga, reduzca el uso simultáneo de los aparatos o divida el circuito en varios circuitos separados, cada uno protegido por su propio disyuntor. Esta última solución requiere la intervención de un electricista cualificado.

Para comprobar si un dispositivo concreto es el responsable de los disparos, puede proceder mediante desconexiones sucesivas. Reiniciamos el interruptor automático con todos los dispositivos desconectados y, a continuación, los volvemos a conectar uno a uno, observando el comportamiento del interruptor. El dispositivo que activa la alarma debe ser revisado por un profesional o sustituido si está defectuoso. Si se dispara sin que haya ningún aparato conectado, es probable que el propio interruptor esté averiado.

Aspectos reglamentarios y normativos

Norma NF C 15-100

La norma NF C 15-100 es la referencia indispensable para todas las instalaciones eléctricas de baja tensión en Francia. Esta norma, que se actualiza periódicamente para incorporar los avances tecnológicos y los comentarios de la experiencia, define los requisitos de seguridad aplicables a las instalaciones nuevas y completamente renovadas. En particular, especifica los casos en los que es obligatorio el uso de un disyuntor bipolar.

Según esta norma, se requieren disyuntores bipolares para proteger los circuitos que alimentan calentadores de agua eléctricos, independientemente de su volumen. El objetivo de este requisito es garantizar que el aparato esté completamente aislado para facilitar las tareas de mantenimiento y eliminar cualquier riesgo eléctrico cuando se sustituya el elemento calefactor o el termostato. La sección de los cables y la potencia del disyuntor también se definen con precisión en función de la potencia del calentador de agua.

Para los circuitos de tomas de corriente en cuartos de baño, la norma impone reglas estrictas basadas en los volúmenes de seguridad definidos alrededor de los puntos de agua. En algunos casos, el uso de disyuntores bipolares es obligatorio, en particular para los circuitos situados en los volúmenes 1 y 2. Estos requisitos están diseñados para minimizar el riesgo de electrocución en estos entornos especialmente sensibles en los que coexisten el agua y la electricidad.

Consuelo y el certificado de conformidad

El Consuel (Comité National pour la Sécurité des Usagers de l'Électricité - Comité Nacional para la Seguridad de los Usuarios de la Electricidad) es el organismo encargado de comprobar la conformidad de las instalaciones eléctricas antes de que el distribuidor de energía las ponga en servicio. El certificado de conformidad expedido por Consuel es obligatorio para todas las instalaciones nuevas, para las renovaciones completas y para los aumentos de potencia suscrita por encima de determinados umbrales.

La inspección realizada por Consuel comprueba en particular la presencia y el correcto dimensionamiento de los dispositivos de protección, incluidos los disyuntores bipolares. El inspector se asegurará de que estos disyuntores se instalan donde exige la norma, que están correctamente dimensionados y que corresponden a las características de la instalación. El incumplimiento de estos requisitos dará lugar a un dictamen desfavorable y a la imposibilidad de energizar la instalación.

Es importante tener en cuenta que el certificado Consuel no es una garantía absoluta de la calidad de la instalación, sino una verificación del cumplimiento de los requisitos mínimos de seguridad. Una instalación conforme a Consuel puede tener aún margen de mejora en términos de seguridad o funcionalidad. Sin embargo, cumple los requisitos reglamentarios para su funcionamiento legal.

Novedades normativas recientes

La normativa que regula las instalaciones eléctricas se actualiza periódicamente para tener en cuenta los avances tecnológicos y mejorar la seguridad. Las recientes modificaciones de la norma NF C 15-100 han reforzado los requisitos relativos a la protección diferencial, la seguridad de los circuitos y la integración de nuevas tecnologías como las estaciones de carga para vehículos eléctricos y las instalaciones fotovoltaicas.

En cuanto a los disyuntores bipolares, los cambios se refieren principalmente a la ampliación de su uso obligatorio a nuevos tipos de equipos. Las estaciones de carga para vehículos eléctricos, por ejemplo, deben estar protegidas por dispositivos adecuados, que generalmente incluyen un disyuntor bipolar combinado con una protección específica contra corrientes residuales. El objetivo de esta normativa es garantizar la seguridad durante largos periodos de carga y proteger contra fallos de aislamiento.

Las instalaciones en viviendas nuevas también están sujetas a requisitos más estrictos. El número mínimo de circuitos protegidos, las secciones de los cables y la potencia de los interruptores automáticos se definen con mayor precisión. Esta normalización facilita la instalación y garantiza un nivel de seguridad uniforme en todo el país. Los profesionales deben mantenerse al corriente de estos avances para mantener actualizadas sus competencias.

Conclusión

El disyuntor bipolar es una parte fundamental de cualquier instalación eléctrica moderna, ya que proporciona una protección robusta y fiable contra sobrecargas y cortocircuitos. Su capacidad para interrumpir simultáneamente dos conductores activos lo convierte en un dispositivo de seguridad esencial para muchas aplicaciones, desde calentadores de agua hasta circuitos de aire acondicionado y cuartos de baño.

Comprender el funcionamiento, las características técnicas y las normas de instalación de los disyuntores bipolares le permitirá tomar decisiones con conocimiento de causa a la hora de diseñar o renovar una instalación eléctrica. El cumplimiento de las normas, en particular la NF C 15-100, y la elección de productos de calidad garantizan no sólo el cumplimiento de la normativa, sino sobre todo la seguridad a largo plazo de las personas y los bienes.

Tanto si es un profesional de la electricidad como si es un propietario preocupado por la seguridad de su hogar, invertir en disyuntores bipolares de la calidad adecuada es una valiosa póliza de seguros. Estos dispositivos, aunque discretos en su cuadro eléctrico, desempeñan un papel crucial en la prevención de accidentes eléctricos y en la protección de sus equipos.

No olvide que cualquier trabajo en una instalación eléctrica debe realizarse respetando estrictamente las normas de seguridad y que, en caso de duda, llamar a un electricista profesional cualificado es siempre la mejor decisión. Su seguridad y la de su familia dependen de ello.

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Un interruptor automático bipolar protege contra sobrecargas y cortocircuitos interrumpiendo simultáneamente los conductores de fase y neutro. Detecta sobrecorrientes en los conductores. Un interruptor diferencial bipolar protege contra los fallos de aislamiento y las fugas de corriente a tierra, detectando las diferencias de corriente entre la fase y el neutro. Se complementan mutuamente: el interruptor diferencial protege a las personas contra la electrocución, mientras que el interruptor automático protege los equipos y los cables. En una instalación completa, suele haber un interruptor diferencial aguas arriba que protege varios circuitos, cada uno de los cuales está protegido por su propio disyuntor bipolar o unipolar.

Sí, técnicamente siempre es posible sustituir un disyuntor unipolar por uno bipolar, pero lo contrario no es cierto. El interruptor automático bipolar ofrece una protección superior al cortar tanto la fase como el neutro. Sin embargo, hay que tener en cuenta el espacio necesario: un interruptor automático bipolar ocupa dos módulos, frente a uno solo para un interruptor automático unipolar. Por ello, debe disponer del espacio necesario en el cuadro eléctrico. Es más, un disyuntor bipolar cuesta más. Esta sustitución es adecuada para aumentar la seguridad de un circuito sensible o para cumplir las normas vigentes, pero no siempre es obligatoria si la instalación existente cumple las normas vigentes en el momento de la instalación.

Para un calentador de agua eléctrico de 200 litros, la potencia suele oscilar entre 2000W y 3000W. Aplicando la fórmula I = P / U (con U = 230V), obtenemos una corriente de entre 8,7A y 13A. La norma NF C 15-100 recomienda un disyuntor de 20 A para proteger este tipo de aparatos, combinado con cables de una sección mínima de 2,5 mm². Esta clasificación proporciona un margen de seguridad suficiente para tener en cuenta las variaciones de tensión y un ligero sobreconsumo temporal. Es importante comprobar las recomendaciones del fabricante del calentador de agua, que a veces puede imponer una clasificación específica. En todos los casos, la potencia del disyuntor debe ser coherente con la sección transversal de los cables utilizados para garantizar una protección eficaz.

Hay varias razones por las que un interruptor automático bipolar puede dispararse inesperadamente. La causa más común es una sobrecarga real: demasiados aparatos funcionando simultáneamente en el circuito, superando la capacidad del disyuntor. Calcule la potencia total de los aparatos para verificar esta hipótesis. Un fallo de aislamiento en un dispositivo conectado también puede provocar disparos, especialmente si el dispositivo es antiguo o está dañado. Desconecte los aparatos uno a uno para identificar al culpable. Un mal contacto en los terminales del interruptor automático puede provocar un sobrecalentamiento localizado que dispare la banda bimetálica térmica. Por último, el propio interruptor puede estar averiado, sobre todo si es antiguo o ha sufrido numerosos ciclos de disparo. En este último caso, debe ser sustituido.

Sí, es muy recomendable y generalmente obligatorio utilizar un disyuntor bipolar para proteger un sistema de aire acondicionado. Estos aparatos son equipos fijos de gran potencia que requieren un aislamiento completo para las tareas de mantenimiento. La potencia de un sistema de aire acondicionado residencial varía generalmente entre 1500W y 3500W, dependiendo del modelo. La potencia del disyuntor debe adaptarse a esta potencia: un disyuntor de 16 A o 20 A es adecuado para la mayoría de los sistemas domésticos de aire acondicionado. Los acondicionadores de aire reversibles, que también funcionan en modo calefacción, generan elevadas corrientes de irrupción cuando el compresor se pone en marcha. Un interruptor automático bipolar con curva C o D proporciona una protección eficaz contra estos fenómenos al tiempo que garantiza una desconexión completa para realizar trabajos de mantenimiento o reparación de forma segura.

El precio de un disyuntor bipolar varía considerablemente en función de la marca, la potencia y las características técnicas. Por un disyuntor doméstico estándar de una marca reconocida (Legrand, Schneider Electric, Hager), debería esperar pagar entre 8 y 25 euros para las potencias más comunes (de 10 a 32 A). Los modelos de mayor calibre (de 40 A a 63 A) o con características específicas (alto poder de corte, versión compacta) pueden costar entre 30 y 50 euros. Los disyuntores diferenciales bipolares, que combinan la protección contra sobrecargas y la protección diferencial, son más caros, con precios a partir de unos 40 euros. Se pueden encontrar productos básicos o de marcas menos conocidas por tan sólo 5 euros, pero su fiabilidad y vida útil son generalmente inferiores. Se recomienda invertir en un producto de calidad teniendo en cuenta su vida útil prevista (20 años o más) y la importancia de la protección proporcionada.

Instalar un disyuntor bipolar en un cuadro eléctrico existente es técnicamente factible para un aficionado al bricolaje con conocimientos básicos de electricidad. Sin embargo, para realizar este trabajo, es imprescindible desconectar la alimentación principal y respetar escrupulosamente las normas de seguridad. También debe dominar las reglas de dimensionamiento (tamaño del cable, sección transversal, curva de disparo) para garantizar una protección eficaz. Si no está seguro de sus habilidades, le recomendamos encarecidamente que llame a un electricista profesional. Esta recomendación se convierte en una obligación para las nuevas instalaciones o las renovaciones completas que requieran un certificado Consuel. Un profesional cualificado no sólo dispone de los conocimientos técnicos, sino también de un seguro de responsabilidad profesional para protegerle en caso de problema. El coste de la intervención de un electricista (generalmente entre 80 y 150 euros para esta operación) es modesto en comparación con los riesgos que conlleva.

La vida útil teórica de un disyuntor bipolar de calidad suele superar los 20 ó 30 años en condiciones normales de uso. Esta longevidad depende de varios factores: la calidad de fabricación, las condiciones ambientales (temperatura, humedad, presencia de polvo) y la frecuencia de uso. Un interruptor automático que nunca o muy raramente se dispara mantendrá su rendimiento intacto durante décadas. Por otro lado, un interruptor automático sometido a disparos frecuentes se desgastará más rápidamente, sobre todo en los contactos eléctricos, que están sometidos a la formación de arcos cada vez que se abren bajo carga. Los fabricantes especifican un número garantizado de ciclos de funcionamiento, normalmente entre 10.000 y 20.000 ciclos para los modelos domésticos. Ciertos signos indican que es necesario sustituirlo: dificultad de rearme, disparos molestos sin causa identificable, signos de sobrecalentamiento, carcasa dañada. Como parte de una renovación eléctrica completa, recomendamos sustituir todos los disyuntores, aunque parezcan seguir funcionando, para aprovechar los últimos avances tecnológicos y garantizar una protección uniforme.

No, un interruptor automático bipolar no proporciona protección directa contra la electrocución. Su función principal es proteger los circuitos contra sobrecargas y cortocircuitos. Las personas están protegidas contra el contacto directo e indirecto con partes bajo tensión mediante dispositivos diferenciales (interruptores diferenciales o disyuntores diferenciales). Estos dispositivos detectan fugas de corriente a tierra, características de un fallo de aislamiento o del contacto entre una persona y un elemento bajo tensión. En una instalación conforme, el interruptor automático bipolar y la protección diferencial se complementan y trabajan juntos para garantizar la seguridad general. El interruptor automático bipolar interviene aguas arriba para evitar sobrecalentamientos y cortocircuitos peligrosos que podrían provocar incendios, mientras que el dispositivo diferencial protege específicamente a las personas contra las descargas eléctricas. También existen interruptores diferenciales bipolares que combinan las dos funciones en un solo dispositivo, ofreciendo una protección completa.

Existen varios métodos para comprobar el correcto funcionamiento de un disyuntor bipolar. La prueba manual más sencilla consiste en abrir y luego cerrar el interruptor automático accionando su palanca de mando. El mecanismo debe funcionar libremente, sin puntos duros ni resistencias anormales. El "clic" característico debe ser alto y claro. Con la alimentación desconectada, puede utilizar un multímetro en modo continuidad para comprobar que, en la posición abierta, no hay enlace entre aguas arriba y aguas abajo, y que, en la posición cerrada, hay una continuidad perfecta en ambos polos. Para una prueba más exhaustiva bajo carga, puede crear deliberadamente una sobrecarga conectando varios dispositivos potentes al circuito protegido hasta que se supere la capacidad nominal. Al cabo de unos minutos, el interruptor automático debería dispararse térmicamente. Advertencia: esta prueba debe realizarse de forma controlada y debe asegurarse de que los cables pueden soportar esta sobrecarga temporal. Si el disyuntor no se dispara como se espera, probablemente esté defectuoso y deba ser sustituido. En caso de duda, llame a un electricista cualificado con un equipo de medición profesional.